10.1.07

Bandera olvidada

Rolando de la Guardia Wald rdelaguardia@prensa.com
En un rincón de la biblioteca del Instituto Nacional, protegida en una frágil caja de cristal, permanece a la vista la bandera que orgullosamente llevaron los estudiantes del Instituto Nacional a la Zona del Canal aquel día aciago: 9 de enero de 1964.
La historia de este invaluable símbolo del nacionalismo panameño ha despertado preocupación entre todos aquellos que participaron en la gesta, puesto que este se encuentra en mal estado.
Según Rimsky Sucre, ex presidente de la Asociación del Instituto Nacional Generación 1964, este histórico pabellón nacional se "guardaba en una caja de cartón" en el Instituto Nacional de Cultura.
Aunque, la bandera fue posteriormente "rescatada" –y colocada en donde se encuentra actualmente– las condiciones son inapropiadas: "sin aire acondicionado permanente", ni está sellada al vacío y la humedad y los hongos la han deteriorado notablemente, señala Sucre.
La bandera del 9 de enero –cuyo diseño puede ser considerado "ilegal", por la presencia de flecos y por tener el escudo nacional y el nombre del Instituto Nacional bordado en el centro– fue rasgada en el forcejeo entre los estudiantes que intentaron izarla y los llamados estudiantes zonians, que estudiaban por entonces en la Balboa High School.
Hoy, la bandera ya no tiene solamente un desgarro, sino varios, que virtualmente la han convertido en retazos. De seguir este proceso de deterioro sólo quedarán sus despojos.
Lo que representa esta bandera para los "institutores" y para los panameños explica la preocupación por restaurarla y la necesidad de exponerla como símbolo de la nacionalidad panameña.
Entre 2004 y 2005, hubo propuestas para rescatar esta bandera. Especialmente la que hizo el restaurador de arte, Antón Rajer y la generación de institutores del 64. Sucre, miembro de esta promoción –y que participó en el movimiento del 9 de enero– intercambió cartas con Rajer para restaurar "este símbolo de la soberanía panameña".
De acuerdo con Sucre, el restaurador permitiría que los interesados –especialmente estudiantes del Instituto Nacional– observaran cómo se llevaría a cabo la restauración, a través de vidrios transparentes, en un salón habilitado para tal fin, en el propio Instituto o en algún otro lugar debidamente habilitado.
Rajer trataría la bandera "con productos especiales para eliminar los hongos, se secaría y, sobre una tela especial, se hilvanaría toda la bandera (hilo por hilo). Se restaurarían sus colores... y quedaría extendida... Luego se introducirían en una urna con marcos de bronce, cerrada al vacío, para que quede expuesta".
Pero, pese a la buena disposición y de haber hallado el lugar propicio para restaurarla, no se ha obtenido presupuesto para costear la reparación.
Una bandera con varias historias sobre su origen
Hay dos versiones divergentes sobre la historia de la bandera utilizada por los estudiantes del Instituto Nacional (IN) el 9 de enero de 1964.
Según varios egresados, la bandera fue usada en protestas anteriores. El entonces estudiante del VI año Guillermo Guevara Paz escribió en La Estrella de Panamá –el 14 de enero de 1964– que Francisco Díaz obtuvo permiso del rector del plantel, Dídimo Ríos, para llevar la bandera del IN.
"Nos entregó –relató– la bandera que había sido utilizada en los movimientos del 12 de diciembre del 48 [contra el Tratado Filos-Hines], en los de mayo de 1958 ["Operación Soberanía"] e igualmente en los del 3 de noviembre de 1959". Añadió que la bandera, además, tenía la sangre de "los mártires de la Federación de Estudiantes de Panamá".
Sin embargo, Carlos Arrieta de la Hoz, antiguo profesor y rector del IN, dijo que la bandera del 9 de enero era la primera que tuvo el plantel y "la regaló, cuando era director de la Lotería Nacional", Guillermo Quijano (1960-1964). Dijo que no había sido usada en protestas anteriores. La leyendas en torno a ella –creadas o no– le dan su significado histórico.

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