18.6.12

Ultraje a la bandera… por abandono y otras circunstancias

Por JUAN JOSÉ FEIJOO

Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior, ha calificado de “ofensa y un ultraje” el estado en que se halla la bandera de España que se exhibe en la Casa Consistorial de San Sebastián y cuya Corporación Municipal está gobernada por Bildu. Dichas afirmaciones se basan en el hecho de que la enseña española está rota y por lo tanto, denota abandono. El ministro, además, ha anunciado que se adoptarán las medidas legales pertinentes por parte de la Delegación del Gobierno en la citada comunidad autónoma.

No se sabe ya qué es peor, si que no ondee la bandera de España- cuando tiene que hacerse por imperativo legal-, o que si se hace, que aparezca deshilachada como la de dicho ayuntamiento del País Vasco.

En la Ley que regula el uso de la bandera (39/81), obviamente, no se contempla en que situación de conservación debe estar la enseña, pero se sobreentiende que si tiene que estar en un lugar destacado, visible y de honor, tendrá que ondear en perfecto estado, por lo que dejarla colgada como un paño raído, es un ultraje por lo que representa esa enseña.

En los últimos días, estamos asistiendo a diferentes maneras de interpretar el “ultraje” a este símbolo del Estado. Desde una pitada en un partido de fútbol- en este caso acompañado de otro símbolo como es el Himno Nacional- o hasta el que en la Cámara Baja, también llamada Congreso de los Diputados, donde únicamente tiene que figurar una bandera, la de España, un diputado de ERC despliega una enseña independentista, lo que conlleva un agravio.

Y hablando de ultrajes, la propuesta de los populares valencianos de evitar las ofensas a los símbolos del Estado en competiciones deportivas, como saben, finalmente no prosperó, porque existe el compromiso de recogerlo en la propia Ley del Deporte y diferenciar así un comportamiento político de uno meramente deportivo.

Está bien que se instale en la sociedad el debate del respeto a los símbolos del Estado, algo que, por ser obvio, no debería suscitarse, dado que quien acata la Constitución, respeta su contenido y en el mismo están nuestros símbolos como la bandera el himno nacional que por cierto, el RD 1560/97 que lo regula, cuando habla de respeto cuando suena, refiere a cómo deben expresarlo el personal uniformado de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, por lo que la actitud ciudadana tiene que ser, por mera cuestión de ética, correcta y cívica.

Es que hay algunos debates que son pueriles por obviedad.

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